domingo, 19 de mayo de 2013

Ya tengo mi carrito de compras… ¿Y ahora qué?

Un amigo me preguntó un día cuánto le cobraría por “instalarle” un carrito de compras. Le dije que si pensaba vender por internet, la instalación de un carrito de compras no lo es todo.


-Es como pensar en abrir una cebichería y solo preocuparse por el local, añadí.


Una vez que lo tienes, lo primordial es contar con un excelente chef, un mejor proveedor pero sobre todo, una política de atención al cliente de primera, además claro está, de contar con un local agradable, decorado convenientemente y situado en un lugar estratégico.


-Pero no solo eso, continué. Si no lo promocionas, la gente no sabrá cómo encontrarte y si no logras hacer de tu restaurante un “producto”, entonces la gente no sentirá ganas de regresar, de recomendarlo.


-¿Cuánto me cuesta la instalación?, insistió mi amigo. Le dije lo que costaba únicamente bajar el programa, e instalarlo en su servidor. Más o menos media hora de trabajo. Aún así, le pareció caro.


Es probable que haya encontrado alguien que le cobrase realmente barato: bajarse el software toma segundos, instalarlo minutos y ponerlo a funcionar con dominio propio y un par de productos en la base de datos unas horas más.


Mi amigo ya tiene su “tienda online”. ¿Y ahora qué?


La he visitado. Es en efecto una tienda online. Busco un producto, lo agrego al carrito. Me registro. Hasta allí todo bien. Sin embargo, el “programador” olvidó configurar el programa, por ejemplo:


1. Para saber si puedes recibir pedidos del extranjero.


2. Para definir el costo de envío en función del peso y el destino del producto.


Acabo de hacer una compra de 99 libros por un total de S/. 11,692.89 para ser enviados a Mozambique… y el costo de envío fue de S/. 5.00.  Y eso no es todo: como pueden observar en esta pantalla, mi pedido llegará en 5 días a mi domicilio.


¡Una verdadera ganga!


 


Es obvio que si un comprador se topa con estos precios, comprenderá que el sistema no funciona en realidad y que probablemente, se trate de un demo o de una página en construcción. Si quiero buscar información sobre sus responsables solo me encontraré con una escueta línea donde leo la dirección de la empresa y un teléfono.


El programa trae por defecto enlaces para una página de “Condiciones de Uso” y otra para “Confidencialidad”, pero están vacías. No tengo la menor idea si los datos que incluí podrán ser vendidos o utilizados para enviarme spam o si los vendedores no tendrán responsabilidad alguna en caso no llegara a destino mi pedido.


¿Se animarían a comprar en la tienda online de mi amigo?


 


Lo más probable es que ingresen, revisen lo que quieren comprar… y llamen por teléfono a la empresa.


A propósito, me acaba de llegar el mensaje a mi correo, de la compra efectuada hace unos minutos. Se trata del pedido número 3.  La tienda online de mi amigo fue inaugurada en diciembre del 2012 y yo tuve la suerte de hacer el pedido número 1. En tres meses de actividad han recibido… 3 pedidos.


Moraleja: Si encuentras un “programador” que te promete solamente “instalarte” un carrito de compras, ya sabes lo que sucederá. Un carrito de compras no es un juego, no estás jugando a ser vendedor por internet. Estás montando un negocio tan real como una cebichería, una tienda de ropas o un centro comercial. Con tanta responsabilidad y con la misma o aún más dedicación en cada uno de los detalles.


Si no lo tienes claro, es mejor que te dediques a vender limonada en la puerta de tu casa.

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