domingo, 19 de mayo de 2013

Negocios en línea: El valor de la cotidianidad

Últimamente, gracias al blog, recibo correos electrónicos de personas entusiastas que desean vender por Internet. No tengo la menor idea si ya venden en el mundo “offline” o si jamás lo han hecho en su vida. Lo único que me dejan en claro es su entusiasmo por poner un negocio en línea.
Lo primero que tenemos que hacer -en mi modesta opinión- es entender el mundo virtual. Darnos cuenta que en nada se diferencia del otro, por el que transitamos todos los días. Las mismas cosas que hacemos en la vida diaria, la podemos hacer -y de hecho las hacemos- en la red (bueno, casi todo): podemos conversar, escuchar música, trabajar, dictar una clase, leer, ir de compras… hasta vivir una aventura amorosa apasionada con finales insospechados.
Poner un negocio en línea, responde, principalmente, a una respuesta que los emprendedores deben darle a la sociedad. Yo no me preguntaría ¿qué vender? si no ¿qué desea la gente? ¿qué pueden hacer mejor o con mayor comodidad y cómo el Internet puede ayudarlos?
Cuando uno se pregunta ¿Qué vender?, lo que hace es desperdiciar todo el día pensando y haciendo números sin hallar respuesta. Porque literalmente, podrías vender miles de cosas. Todo lo que se te ocurra. Y sin embargo, luego te darías cuenta que otros  ya lo hacen y con seguridad, mejor que tu.
Las mejores ideas de negocio son el resultado de observar y poner atención a la “cotidianidad”: a aquellos actos de la vida diaria que realizamos una y otra vez, repetidamente, con habitualidad. Por ejemplo ir a comprar el diario o el pan, tomar el bus para ir a trabajar, asistir a una conferencia, depositar dinero en el banco, pedir una pizza a domicilio, ir de compras al supermercado, pasear al perro…
Me parece que ha sido en Nueva York (en realidad podría ser en cualquier ciudad) en donde a un emprendedor se le ocurrió brindar un servicio de mensajería. Mediante una aplicación que usas en tu teléfono inteligente (o smartphone
) te comunicas con su compañía y eliges a uno de los amables y solícitos empleados para que te ayude en tu tarea habitual: por ejemplo, pasear a tu perro. En la tarde, revisas quien está cerca de tu domicilio y le solicitas por favor que te traiga la pizza que sueles comprar en tu pizzería favorita. ¿Te imaginas en una ciudad tan amplia, tener a todo un ejército de personas a tu servicio?
Hace unos meses conocí a un profesor de primaria que daba clases por Internet. El sabe lo necesario que es un profesor de matemática y seguramente se preguntó: ¿por qué tengo que enseñar en un solo colegio si puedo hacerlo en muchos a la vez? ¿Por qué debo dar clases particulares a un reducido grupo de alumnos cuando puedo darle clases a toda una ciudad, un país y, por qué no, a todo el mundo?
Este profesor se graba en vídeo y sube sus clases a youtube.com
. Los alumnos ingresan, aprenden y empiezan a compartir los enlaces con sus demás compañeros. Esta viralidad permite que su página en esta red social sea vista y por lo tanto, consigue dinero gracias a la publicidad. El profesor ha encontrado una excelente fuente de ingreso haciendo lo que le gusta, -enseñar- pero sobre todo ayudando a mucha gente.
A veces montar un negocio en la red puede ser complicado o costoso, pero lo más importante es el valor de tu idea, lo que puede significar de ayuda a los demás. Montar una empresa de venta de artesanías puede ser gratificante, pero si estás creyendo que la gente entrará a tu tienda online y comprará lo que allí vendes, estás muy equivocado. Hay decenas de cosas que debes hacer para que empieces a recibir visitantes. Un amigo hizo algo diferente: le propuso a las empresas peruanas en el extranjero venderles chullos
personalizados con el logotipo de su empresa. Y ha sido un éxito total.
Aunque no lo crean, la idea mas sencilla, si es oportuna te puede dar el éxito que andas buscando. Todo empieza por hacer las cosas bien, lanzarlas de modo novedoso y al público adecuado. Tortas Perú (www.tortasperu.com.pe) tiene ya casi 20 años en la red. No tuvieron mejor idea que brindarles a los peruanos que viven fuera una excelente manera de agasajar a sus seres queridos enviándoles una torta en una ocasión especial. La señoras de tortas Perú se comprometían a entregarle la torta al familiar y tomarle una foto como prueba de haberla recibido satisfactoriamente.
Es lamentable sin embargo, constatar decenas de inescrupulosos “comerciantes” que estafan a la gente a través de páginas gratuitas como mercado libre o Ebay. Me he topado con tipos que ofrecen monedas de un sol, sin ningún valor numismático, como si fueran piezas de plata, o personas que se dedican a piratear y revender libros electrónicos en PDF. Otros que exageran el valor del producto o quienes ofrecen poco o casi nula información sobre los productos que dicen, vender.
Internet no es, no debe ser, una cueva de ladrones. Es un espacio en donde la cotidianidad
se desenvuelve casi de igual manera que en el mundo “offline” con la diferencia que los pasos que das en ella son enormes, internacionales. Si quieres hacer un negocio por Internet  empieza por descubrir qué le hace falta a los demás, cómo puedes tu ayudarles a hacer mejor su día a día. En realidad, en eso se basa el éxito en las ventas en general.

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